Mi tocayo y las probabilidades

Siempre pensé que las probabilidades de encontrar a una persona con mi mismo nombre o que tenga parecido físico a mí son muy remotas, Herberth es un nombre más o menos común en El Salvador, y quizás no sonado en otros países, como lo noté en Nicaragua. Y fue ahí donde me presentaron a una persona con rasgos físicos muy parecidos a mí, la misma naríz, casi el mismo color de piel, prácticamente la misma estatura, incluso la misma edad (unos meses de diferencia) y una cicatríz de una varicela casi en el mismo lugar.

Pero ayer me dí cuenta que mi tocayo no andaba por España, ni Colombia, ni otros lugares donde deben de haber más personas con el apellido Cea, y así la probabilidad de encontrar a alguien con el mismo apellido y nombre sería mayor. Pero no, mi tocayo estaba más cerca, en el mismo país, en la misma tierra y por desgracia sufriendo algo que nos duele mucho a los salvadoreños y es como ya sabemos, la violencia.
Mi tocayo (no puedo dejar de ver a Herberth Cea como otra persona que no sea yo) fue asesinado junto con su hermano en Enero del 2009, tenía 32 años y vivía en Sonsonate, como me enteré en una nota de LPG. No sé si fue una buena persona, independientemente de ésto, fue víctima de algo que respiramos a diario, y dentro de las probabilidades lastimosamente le tocó a Herberth.