viernes, 18 de septiembre de 2009

Despierta, hoy será un buen día.

Sí, lo será. Más si es nublado, pero a partir de las ocho las nubes se irán, y el calor se hará como lo es en San Salvador un poquito bajo la línea de lo insoportable.
Además si al cruzar uno mira el bus alejarse, y el próximo vendrá en ¿siete? o más minutos los suficientes para llegar tarde a donde uno va. Pero así es Murphy (de pinche), a alguien hay que echarle la culpa.
Acaso no es suficiente el miedo que uno tiene al ver las noticias o el simple hecho de salir a la calle. Al llegar a la clase la profesora anuncia que un alumno está desaparecido, todos con cara de susto, de cuando uno se da cuenta de que ese tipo de cosas están más cerca de lo que uno piensa, o el simple hecho de que es un estudiante. Pero en fín, desde hace ya un rato las extorsiones, robos, hechos delictivos y compartir ese tipo de experiencias se ha hecho una tema de conversación de mesa en la U, un tipo de catarsis salvadoreña que se ha convertido en algo tan normal, tan de todos los días.
Tampoco me robaron mi celular aunque lo tuve en la mano, cuando dos tipos se subieron a pedir para "la caja" de un compañero de mara que había muerto, la señora de al lado me advirtió con un silencio y un movimiento algo nervioso con el pie. Les dí unas monedas y sabía que nada iba a pasar, no pasó nada.
Puedo ser muy despistado, o no tener idea del momento en que perdí el celular, no es un modelo muy costoso pero sí funcional, me despierta cuando me tengo que levantar a las cinco de la mañana, su función es primordial para que esté a tiempo o casi. No sé, si me lo sacaron, se me cayó, pero desapareció un día que no debió de haber desaparecido. Pero las esperanzas no se pierden, al llamar porque iba a seguir llamando hasta el fin del mundo, más por convicción de que el tipo se desesperara más y así me devolviera el celular. Los intentos fueron infructuosos, así que una amiga le llamó (nuevamente Murphy se hace presente) y sí le contesta, sólo sabemos que se llama "Chabelo" (nombre ficticio) y que estudia la Licenciatura en "qué bien se me mira el cuerpo" (licenciatura obviamente ficticia). Con esas pistas, tal cual Sherlock Holmes o CIA, he tenido que seguirlas, hasta dar con gente que lo conoce y la U es pequeña, pero no sería fácil dar con el paradero.
Hoy, hace unos minutos, me informan que el celular fue vendido en cinco dólares y como si se tratase de un rescate de secuestro, tengo que pagar los cinco dólares. Tengo que dejar el dinero cierto lugar y luego recuperar mi celular.
Lo que tengo que hacer para poder despertarme en la mañana...