martes, 12 de febrero de 2008

Trenes. A propósito del día de los enamorados

Es cierto que huí de tu religión inaccesible,
a través de profundos pecados.
Es cierto que para vengarme de tu elevación
confabulé la ira de mis ancestros libidinosos y soñadores
y que quise olvidarte tras una cortina de llamas y desvaríos.

Sin embargo, a pesar de que por la ventana de mi vagón romántico,
sospeché todos los senos y presentí todos los vértigos,
sin embargo, he vivido como mirándote siempre,
como regresando siempre.
Como oyéndote todavía.

Eras como el mar.
Como la sed.
Eras como el rumor, mujer labrada en el dolor de las esmeraldas.
En tu sangre se copiaban los paisajes del mar.
Invadías, cegabas,
rompías tu cólera clara.
O habrías tu misterio en donde cabían la luna,
el beso canalla de los marineros
y las orgías despeinadas de los pueblecitos que alborota el viento...

Miguel Ángel Espino, Trenes.

Aunque no parezca porque es una versión cortada de una de mis partes favoritas de Trenes, es una novela escrita con imágenes poéticas y escrita a manera de poesía, digamos una novela poética, es decir está escrita en prosa (valga la redundancia). Y qué sucede en estos casos como lo es Trenes, como ven tiene imágenes espectaculares, bien logradas y una buena sonoridad.
Leí Trenes hace un par de años en un tiempo récord en mes y medio, lo que pasaba era que al convertirse en una densa lectura ya las imágenes no son tan impresionantes como lo son al principio, y por momentos me perdí en la lectura ya después de tres o cinco páginas leídas con mucho esfuerzo, ya es agotador.
Pero cuando llegué a la página 69 que es donde está el fragmento anterior, así lo que hice fue cortar versos según mi apreciación, se puede cambiar el corte de una manera distinta a la que intenté, pero la sonoridad la mantiene lo que cambia es el ritmo de lectura. Ya al final y en algunos fragmentos dentro de la novela como el autor insiste dentro de la historia misma (sorprendente) que lo que está haciendo es una novela, y si no lo dice hubiera pensado que es un poema larguísimo escrito en verso y con intentos de narrativa. Hay buenos recursos poéticos dentro del libro, y es un buen ejemplo de por qué la novela y la poesía (en este caso) no son compatibles.
Acá otro fragmento pero de la página 70. Pero esta vez como realmente está es decir en prosa.
Las noches pasaban por las venas repitiendo el mar.
Yo te oía, oía tu cuerpo, estremecido de sales, ofrecer llamaradas de yodo arrepentido y el fulgor de sus corales siniestros. La muerte pasaba por tus besos. La oíamos arrastrar las sandalias negras, sandalias de queja y oro.
En tu sangre oíamos el mar.
Oíamos la primavera salada, sorda luminosa, muchacha bordada de estruendos.
(...)
Nublada mis barcos de papel se perdieron en tu corazón sin represo, que tenía las puertas de las bahías abiertas...
PD.
Espero que les dediquen hermosos versos, que tengan chocolates en abundancia, y que sus amigos se recuerden, o no pues, o qué sé yo. Yo no espero nada, pero todo es bienvenidos, los anterior me recordó a Les Luthiers (todo es nada y nada es todo) jeje. Saludos a todas y todos, menos a C-ti NO.

4 Comentarios:

René dijo...

yo realmente disfrute de Trenes y lo terminé en unos 4 días. Coincido en que hay partes "nubladas" pero el resto lo vale.Trenes es mil veces mejor que muchas obras completas o en proceso de muchos poetas,a pesar de la prosa, ya quisiéramos!

Luis Hernández dijo...

Trenes me encantá, yo le leí en dos tardes, pero nada más porque habia que entregarlo en la Biblioteca, ahora ya lo compré y me lo estoy leyendo con más ganas.

Nancy dijo...

Trenes es un deleite...
Espero que pases un buen dìa .

A.M. dijo...

Muy bueno Trenes, y por cierto que pases un maravilloso Día de San Valentín y Día de la Amistad!!
Un abrazo muy grande!!