domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Qué hago con mi llave?

Guardarla de recuerdo puede ser una buena idea, además si he guardado notas, dibujos y cuadernos del colegio lo cual dice que demasiado guardo cosas del pasado, y los recuerdos. Ya no me servirá de mucho tenerla y haberla perdido y recuperado después de tanto tiempo. Si esa llave ya no será de mi casa, la casa donde crecí y jugué y uno cree que es para siempre, quizás al fin y al cabo quedarse en una sola casa tanto tiempo puede ser una mala costumbre, una parte de uno quedará en el pasado y ese espacio ya no le pertenecerá a uno.

Ya no servirá de nada tenerla, posiblemente tendrá más seguridad, otra chapa y alambre de razor (cosas que nunca tuvo la casa en todo este tiempo). Posiblemente cuando regrese de nuevo la casa tendrá un color que no me guste, una planta en la cochera que sí sea regada frecuentemente y no como la planta de la Suerte que terminó en el patio. No sé, pero será raro mirar mi casa que ya no es mi casa, ya no tener que ir a la parada a esperar la 1, ya no decirle ¡Buenas! a un vecino o al extraño del chalet que no sé por qué me saluda. Ya no ir a la tienda y que la señora que atiende ya sepa mi número y la compañía, ni se diga los deja-vús en el bus con la misma gente, a la misma hora, con la misma música y el mismo chofer; me hacía pensar que esta colonia era (antes más) casi un pueblo, con gente que ya más o menos se conocía, se veía en la tienda o en la iglesia, hoy ya no sé quién vive a cuatro casas de la mía.

El ciclo se cerró, seguro será bueno un cambio de aire, cambiar de lugar la rutina de siempre y tener otro paisaje en la ventana cuando llueve, aunque nunca me ha aburrido el que tengo (tuve) sobre todo en invierno.
Pero tendré otra llave dentro de poco, ahora sólo debo buscar un llavero bonito.

2 Comentarios:

Denise Phé-Funchal dijo...

Todo inicio es bueno y todo cierre de ciclo igual... poco a poco esa casa cobrará más mágia en tu memoria y ahora descubrirás otros espacios, otros lugares, otra gente y otros déjá vus... Suerte!

Luz dijo...

La casa de tu infancia termina beatificada.
Posiblemente vas a soñarla grande, ma's grande de lo que es.