martes, 13 de diciembre de 2011

De los empleos tristes

Por muchos años, hasta que tuve 21 años, gocé o más bien tuve acceso al sistema de salud de bienestar magisterial, lo visité más frecuentemente cuando niño. Visitar la doctora era algo como familiar, ademas el consultorio que era acogedor pues estaba en un cuartito arreglado en la sala de su casa. El gato paseaba entre las revistas ochenteras y noventeras de modas y espectáculos mexicanos, un anciano regordete (padre de la doctora) sentado en su silla en la acera pasando la tarde. No había recepcionista, solo sillas y pacientes esperando su turno. Y ella fue la doctora que me vió quizás hasta los once o diez años.
De ahí hubo tantos "cambios" en el sistema, y Por esos cambios, tuve que ver varios doctores cada año, o cada vez que se les ocurría cambiar de jurisdicción a los doctores, una de esas cosas complicadas donde la burocracia puede más que la lógica y hoy sí el "bienestar" de los beneficiarios. Hasta que por último se les ocurre nombrarles "médicos familiares" con consultorios más o menos cercanos al domicilio del paciente.
Sí, uno diría, es una buena idea, y quizás lo pudo ser, si no fuera por toparse con la burocracia y planes mal diseñados.
Fue el último consultorio de ese tipo que visité, la última doctora bajo la "protección" de Bienestar. La recepcionista era una mujer joven, delgada y morena, que quizás sólo había pasado noveno grado, siempre vestía de manera muy sobria y sencilla, su trabajo era abrirle la puerta con llave a los pacientes que llegaban temprano, registrarlos y lo más triste, decirles que a los que llegaban tarde que el cupo estaba lleno, con una cara de mucha pena o al menos lo aparentaba casi muy bien, con tono de vergüenza decirles que lo sentía mucho.
Decirle a un padre preocupado por su hijo con fiebre que regrese mañana o pasado, puede ser quizás de los empleos más tristes, nunca sabré si realmente ella sentía verdaderamente pena, yo solo la veía con la mirada perdida casi inmutable pero más triste que inmutable, pensado que algo mientras nadie le preguntara si ya había llegado la doctora.
Quizás decirle lo mismo a los pacientes todos los días la hizo acostumbrarse si es que uno se acostumbra a eso. Cuando estaba en ese consultorio me parecía inhumana e incluso bizarra la escena, no recuerdo si en algún momento me tocó a mí, por juzgar la pose de la recepcionista parecía condenada a estar ahí y que no podía hacer nada, más que obedecer, abrir y cerrar la puerta con llave.




jueves, 1 de septiembre de 2011

Combat Territory I. It's time!

El 30 de Septiembre se llevará a cabo un evento de combates de MMA (Mixted Martial Arts), a partir de las siete en el parqueo Municipal de la Alcaldía de Antiguo Cuscatlán. Como pueden ver en éste link, mi nombre aparece en la cartelera. Ahí estaré para medir mis habilidades en este tan bonito deporte como lo son las Artes Marciales Mixtas.
Si usted es de las personas que no sabía que hago artes marciales mixtas, pues ahora lo sabe, ya en posts anteriores lo había dejado claro y documentado ciertas experiencias, seguiré (espero, si me dan ganas y tengo tiempo) hablando de todo esto.
Por de pronto sólo queda entrenar duro hasta el día, para estar preparados y hacer el mejor papel posible. Si usted quiere asistir pues deje un comentario en este post y con gusto me pongo en contacto con usted.

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Todavía existen los blogs, ojalá que su moda renazca algún día, cosa que lo dudo. Este blog no muere, al menos todavía.

martes, 28 de junio de 2011

Altura y pelos

¿Quién no tiene su vestido azul?
¿Quién no almuerza y no toma el tranvía,
con su cigarrillo contratado y su dolor de bolsillo?
¡Yo que tan sólo he nacido!
¡Yo que tan sólo he nacido!

¿Quién no escribe una carta?
¿Quién no habla de un asunto muy importante,
muriendo de costumbre y llorando de oído?
¡Yo que solamente he nacido!
¡Yo que solamente he nacido!

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
¿Quién al gato no dice gato gato?
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!

viernes, 22 de abril de 2011

Y dije nunca...

Desde el primero de este mes me he convertido en empleado, tier 1, agent representative todo lo anterior es lo mismo. Realmente no sé qué contar o no, ya que firmé un contrato de confidencialidad de varias páginas así que a estas altura algo o poco he de recordar sobre qué es confidencial o no.
Pero me ahorraré decir la cuenta y la empresa, más la cuenta ya que puede llegar a ser vista por los tan queridos (lo digo en serio, también porque muchos me caen bien) customers. Mi trabajo se resume en ayudar gente y hacer que otros me ayuden para ayudar a los primeros. Como todo no es sencillo, no ha sido fácil, aunque ud. no lo crea en unas semanas perdí el físico privilegiado que tenía a principio ni se diga de la condición física, pero eso no es nada que no se pueda recuperar.
Hay gente que me ha preguntado cómo puedo estar en un desempeñando un trabajo tan mecanizado si lo que a mí siempre me ha gustado ha sido la literatura, las artes (incluyendo las marciales) etc.; realmente no sé, necesitaba trabajar y en el El Salvador de lo que hay trabajo para estudiantes (o no) es en los call centers, sí, como opción la había tenido en mente desde ya hace años hasta que al fin me animé y ahí estoy tomado llamadas cinco días a la semana. Creo que nada de lo que escribí viola el contrato de confidencialidad, y ha sido demasiado hablar de cosas de la vida, en fín, el trabajo, la vida y la supervivencia.