miércoles, 28 de enero de 2015

No pronuncies mi nombre, Poesía Completa III

Hoy estaba en la librería con un dilema, en cuál de los tomos de la Poesía Completa de Roque Dalton estaría Taberna y otros lugares,  hice una llamada a una amiga pero ella no lo recordaba así que decidí quizás más por la portada y la edición del Tomo III. Cuando ya lo había comprado, me doy cuenta de que la Poesía Completa III no trae ése libro, algunos libros menos leídos como Los Poemas clandestinos y  Un libro levemente odioso,  a excepción de Historias Prohibidas del Pulgarcito. Pero me he encontrado con textos que están en mis recuerdos, además de esa sensación de releer a Roque Dalton y tratar de descifrarle entre líneas.

Pero vuelvo a leer un poema que me tuve que aprender en el primer año de bachillerato, no culpo a . A mi sección le tocó Un libro levemente odioso, uno de los menos conocidos, yo a los dieciséis no lo había escuchado aunque ya había leído La Ventana en el rostro. Por mala suerte o no sé, me tocó éste poema de Roque Dalton en su versión más Vallejiana quién también en esos años leí, curiosamente comencé con Trilce.


HOMBRE NUEVO

La capital de la capital del tripanosoma gambiense
es monocotiledónea 
durante los tiempos de anticresis
 a fin de oscilar desalienadamente 
hacia una suerte de proceso estocástico
cuyos nimbus más transculturizados
paleografíen de una vez por todas
las crisis cíclicas del capitalismo
con una alza 300
centro y borde inferior


No tenía mucha idea de lo que decía el poema en ése entonces, y nunca he sido muy bueno memorizando textos y no me fue tan bien ese recital,  el otro que tuve que memorizar fue Kaput también sin mucho éxito. Para leer a Roque Dalton hay que también leer a sus influencias, así es imposible  no ver las marcadas etapas y raros altibajos en la poesía de Roque. Para Un libro levemente odioso uno se encuentra un poco con su etapa vallejiana si no recordemos el poema quinto de Trilce, cuando leí el poema de abajo por primera vez me apantalló mucho, no sabía lo que quería decir pero me gustó mucho.


 V
Grupo dicotiledón. Oberturan
desde él petreles, propensiones de trinidad,
finales que comienzan, ohs de ayes
creyérase avaloriados de heterogeneidad.
¡Grupo de los dos cotiledones!


      A ver. Aquello sea sin ser más.
A ver. No trascienda hacia afuera,
y piense en són de no ser escuchado,
y crome y no sea visto.
Y no glise en el gran colapso.


      La creada voz rebélase y no quiere
ser malla, ni amor.
Los novios sean novios en eternidad.
Pues no deis 1, que resonará al infinito.
Y no deis 0, que callará tánto,
hasta despertar y poner de pie al 1.

      Ah grupo bicardiaco.