En estos días las actividades literarias se han incrementado. Desde hace un par de semanas he participado en una iniciativa llamada Shut up and Write que se trata de un concepto tan sencillo como reunirse en un café escribir en silencio por hora y media, para luego si cada quien lo prefiere, socializar. El evento no está reducido solamente a escritores sino a cualquiera que escriba desde tesis doctorales, investigación, ensayo, novela o poesía, la cuestión es . En la reunión encontré a gente que trata de pasarla bien, y que escribe de temas variados desde temas de la Segunda Guerra Mundial hasta fantasía estilo Warcaft o algo por el estilo. Ojalá que esto me discipline a terminar los proyectos que tengo, corregirlos y avanzar en otros.
Lo siguiente, es la lectura que tuve en mes pasado en el Sharmanka Kinectic Theatre que se trató de un encuentro de poesía y música en distintos idiomas, y que no necesariamente debía de ser traducido. El evento se realizó en el Sharmanka Kinectic Theatre una gallería pequeña pero bastante peculiar ya que exhibe la obra de esculturas kinéticas del artista soviético Eduard Bersudsky. Al final de las lecturas la galería ofreció una pequeña exhibición de la obra en movimiento en la que combina la música y sonidos de las piezas que son elaboradas con restos de maquinarias industriales. Una combinación bastante... alucinante o mágica, (es difícil describir una experiencia así). Si algo he notado de las audiencias en recitales con la excepción de los cines, es el respeto hacia el evento, la completa atención que el público
Las lecturas no se detuvieron, el domingo pasado también tuve una lectura en el marco de las actividades del Scottish Mental Health Festival en la Civic House cerca del centro de Glasgow que también tuvo su encanto como la que tuve hace un par de días junto con los amigos de Maryhill Integration Network. Así las cosas, siempre hay cosas que aprender por acá, nuevas experiencias y gente simpática.
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