Sí, por segundo año consecutivo, fuí a Consuma, algo que embrutece como el calor que estaba haciendo. Me quedé con las ganas de ver entre tanto artículo que no necesito alguno que si es necesario para mí como son los libros, ah ya me lo esperaba y si hubiera visto no hubiera comprado porque sólo andaba para la pizza y soda (ah ya recordé si me invitaron la soda).
Había olvidado que no me agradan las aglomeraciones, pero son cosas que se toleran. Es sorprendente la necesidad de espacios de esparcimiento, son miles y miles de personas que incluso llegaron a la Feria porque tenían que salir e ir a Consuma, gente que había preparado sanwiches en su casa y en una de las aceras dentro de la feria degustaba con su familia. Ya el espacio físico de la Feria es insuficiente como su parqueo´.
Era bonito cuando uno estaba chiquito y en cada pabellón estaban los países correspondientes, y tengo la imagen que no se ponía tan lleno como ahora, y por la noche tenía la opción de quedarse a ver los mismos artistas mexicanos, como Garibaldi, Menudo, Bibi Gaytan, entre otros.
Es triste ver como la gente le da un valor moral y de estatus social a cosas espantosamente efímeras, como una marca o cosas así. Al ver tanta gente se me vino a la mente lo que dijo Dostoievski en Memorias del Subsuelo cuando habla de que hay dos tipos de personas y su relación con el superhombre de Nietzsche, no sé por qué se me vino a la mente no tenía en qué pensar.
Estoy cansado, me duele la cabeza son las diez con treinta y cuatro minutos.
domingo, 6 de agosto de 2006
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1 Comentarios:
A mí de Consuma solo me gustan las ruedas, que son aún más extremas que cualquiera que haya en EE.UU. porque yo veo que todos los años están las mismas, así que estan viejitas... y pueden caerse y todo.
Consuma... es triste hasta el nombre... creo que lo de los Pabellones era lo de la Feria Internacional... eso creo... no sé. La edad me complica los recuerdos.
Peace out.
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