Hace unos meses me pidieron un artículo sobre el viaje a Kazán del año pasado, lastimosamente no apareció el artículo por razones que desconozco. Pero acá lo dejo para que no se pierda.
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Verano de Kazán
Durante dos semanas en julio pasado, se llevaron a cabo los Juegos Mundiales Universitarios o mejor conocidos como Universiada, el evento deportivo de atletas universitarios más grande. La pasada edición se llevó a cabo en Kazán, Rusia, una ciudad ubicada a 700 kilómetros de Moscú, en la confluencia del río Volga y Kazanka, la tercera ciudad más importante de la Federación Rusa. Sucede que soy seleccionado nacional de Sambo en la categoría de 52kg, y nuestro país como miembro de FPAS (Federación Panamericana de Sambo) pudo obtener dos plazas para la Universiada de Kazán 2013, la otra atleta Tatiana Angulo y como entrenador Wilfredo Aldana, ésa era nuestra delegación de Sambo que llegó a Kazán a representar a El Salvador.
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Verano de Kazán
Durante dos semanas en julio pasado, se llevaron a cabo los Juegos Mundiales Universitarios o mejor conocidos como Universiada, el evento deportivo de atletas universitarios más grande. La pasada edición se llevó a cabo en Kazán, Rusia, una ciudad ubicada a 700 kilómetros de Moscú, en la confluencia del río Volga y Kazanka, la tercera ciudad más importante de la Federación Rusa. Sucede que soy seleccionado nacional de Sambo en la categoría de 52kg, y nuestro país como miembro de FPAS (Federación Panamericana de Sambo) pudo obtener dos plazas para la Universiada de Kazán 2013, la otra atleta Tatiana Angulo y como entrenador Wilfredo Aldana, ésa era nuestra delegación de Sambo que llegó a Kazán a representar a El Salvador.
Para los que no saben, el Sambo es un arte marcial ruso, que no tiene nada que ver con la Samba de Brasil, que es lo que muchos me preguntan. Sambo es un acrónimo ruso de САМооборона Без Оружия, (Samooborona Bez Orúzhiya) que significa en español "defensa personal sin arma"; el deporte surgió cuando en el Ejército Rojo decide crear un sistema defensa personal para sus soldados, para ello Viktor Spiridonov and Vasili Oshchepkov viajan por el mundo y la gran estepa rusa para estudiar las artes marciales de diversos lugares, así como el Korash, lucha mongola, ju jitsu japonés, boxeo, Muay Thai, Savate, Lucha grecorromana, y muchas otras, en fín una compilación de artes marciales. Lastimosamente Oshchepkov no pudo ver su obra realizada, ya que fue víctima de las purgas stalinistas de 1937 al ser acusado de espía japonés, ya que fue alumno del mismísimo Jigoro Kano, fundador del Judo. Es así que Anatoly Kharlampiyev, un alumno de Oshchepkov, logra terminar la obra de su maestro y compila las técnicas que su maestro le enseñó, es por eso que Kharlampiyev es considerado como el fundador del deporte. Con el correr de los años se convierte en el deporte nacional de Rusia, así fue difundido como deporte en los países de Europa del Este, pero luego de la caída del Bloque Socialista se ha expandido en todos los continentes.
El camino a la Universiada fue muy escabroso, tanto que pensé que no iba a poder asistir, desde dolorosas lesiones, engorrosos trámites burocráticos con diversas instituciones, falta de apoyo institucional, patrocinios y todas esas cadenas de cosas que hacen que las cosas se compliquen. Por ejemplo que un día antes del vuelo pude obtener la visa mexicana. Nuestro itinerario era San Salvador-Cancún- Moscú- Kazán, así que fue curioso que para entrar a la Federación Rusa no requeríamos de visa por ser parte de los Juegos, pero para entrar a México tuve que obtener la visa mexicana, que después de varios intentos fallidos en las últimas dos semanas antes del viaje por falta de documentación requerida, pero al final gracias a la intervención del vice-Canciller la obtención de la visa mexicana fue exitosa.
La primera parada fue Cancún, un aeropuerto que parece centro comercial o parque de atracciones, después de unas horas de espera y un poco de ansiedad abordamos el vuelo directo de Aeroflot hacia Moscú. No sé cómo muchos de los pasajeros del vuelo no parecía afectarles las tediosas horas dentro del avión, ni siquiera la comida les hacía despegarse de la pantalla del asiento, con películas, series y juegos; en mi caso todo era en vano, porque una cosa es volar y otra cosa es la primera vez en un vuelo transatlántico de cerca de 12 horas. Ni películas, ni libros, ni juegos podían con la ansiedad, y verificar la pantalla con la ubicación del avión que no se mueve, eso hace más largo el viaje. Logro dormir, y veo que sólo ha pasado media hora, la pasajera de al lado sigue en su película y los demás pasajeros en su mayoría rusos de regreso de su luna de miel o vacaciones siguen viendo películas. Y el vuelo transcurre entre pasajeros inquietos después de varias horas y caminan por los pasillos del avión, las azafatas que ofrecen té o café con regularidad, y la vista en la ventanilla es un azul que da frío al solo verlo, un azul que nunca había visto, y una puesta de sol que dura varias horas en el otra ventanilla, es así al menos por las horas que en que el avión cruza el Atlántico es decir, desde Groenlandia hasta Noruega según la pantalla indicadora de la ubicación del avión.
Son las 11:30 de la mañana en el Aeropuerto de Sheremetyevo en Moscú, al salir del túnel de embarque encontramos a los voluntarios de los juegos, que nos llevan hacia donde está otro grupo de sonrientes voluntarias aunque con algo de cansancio después de días de movilizar atletas y delegaciones, quienes nos indican la caseta de aduana donde el agente con una extraña lupa pequeña examina el pasaporte, lo sella y dice algo en ruso que no entiendo, me devuelve el pasaporte.
El último vuelo Moscú- Kazán toma menos de 1 hora y 20 minutos, pasa muy rápido apenas hay una ronda de café o té y un emparedado de pan con jamón y jugo de pera, el cambio se siente hasta en los sabores, claro mucho menos fuertes como en nuestra región y un pan menos suave. En este vuelo nos encontramos con una mayor diversidad de nacionalidades en el avión ya no somos los "extraños" como en el vuelo Cancún-Moscú; l a mayoría de pasajeros viaja por los juegos, desde periodistas deportivos de Russia Today, hasta seleccionados iraníes de Judo, entre otras delegaciones, y gente, el avión es un constante siseo y sonidos de tantas lenguas que todo se confunde y se mezcla. Arribamos a Kazán en el día 7 de competiciones y el flujo de delegaciones es menor es por eso al salir del área de equipaje nos reciben una fila de voluntarios quienes nos aplauden ya sin tanta sonrisa como vi en las fotografías de los primeros días, y unos más emocionados que otros, al final de la fila está una joven rubia delgada con el uniforme rojo y blanco de los voluntarios, con un letrero que dice "El Salvador" era Elena, la attaché de la delegación salvadoreña. Aunque sin hablar español pero con un inglés fluído y sin acento Elena nos dió la bienvenida y nos llevó hacia la Universiade Village donde nos hospedaríamos. Son las ocho de la noche, sólo que no hay noche, el sol brilla como que si fuera cualquier mediodía, pero en dos horas más anochecerá, y saldrá el sol antes a las tres de la madrugada, la noche no es totalmente oscura como en el trópico, es verano en Rusia los días son bastante largos y las noches muy cortas.
Nos encontramos con una ciudad volcada totalmente en sus juegos, orgullosa de ellos, desde el aeropuerto hasta en las calles pudimos ver publicidad y decoración en alusión a la Universiada, y las calles adornadas de flores, nos damos cuenta que se trata evento grande y los rusos no desaprovechan la oportunidad para hacer bien las cosas y mostrarse al mundo. El hecho que Kazan sea una ciudad universitaria influyó en la elección como sede de los juegos, tanto que al caminar por las calles y al escuchar el español varios rusos se nos acercaban y para hablar, algunos con el poco español o otros con el inglés. Los niños se acercaban pidiendo un autógrafo o un pin, para este tipo de eventos el intercambio de pines es muy común, en fín, la hospitalidad y amabilidad de la gente era sorprendente.
La Universiade Village era una reunión de todas las razas, creencias, de todo el mundo, algunas delegaciones tenían edificios enteros sólo para ellos, nosotros estuvimos alojados en un edificio en el que predominaban delegaciones asiáticas y una que otra delegación africana, nuestros vecinos fueron los norcoreanos. Así de multicultural tenía que ser el restaurante, un pabellón enorme con stands de comida de diferentes regiones, y no podía faltar uno de MacDonalds, desde comida tradicional rusa, pizza (muy buena por cierto), bar de ensaladas, etc. en fin comida, mucha comida.
Dos días después de la llegada fue el día de mi competencia, me enfrenté contra el representante de Tayikistán, con un nombre que no sé pronunciar, el combate estuvo pues... difícil, y la experiencia de mi contrincante se impuso, ¿qué puedo decir? él ganó por puntos . Tatiana compitió al día siguiente, se enfrentó contra la representante de China quien al final ganaría la medalla de bronce. Definitivamente aprendimos mucho, y aunque suene frase de cajón "se ganó la experiencia".
Después de las competencias tuvimos un día para recorrer el centro de Kazán, ver al Circo del Sol (gratis) en las orillas del Volga, pasear por las calles del Kremlin de Kazán, la mezquita Qul Sharif, la catedral de San Pablo construida en los tiempos de Iván "El Terrible", por fortuna se puede conocer todo esto en un mismo día, claro, con algo de prisa. También encontramos en la calle Bauman la calle principal del centro de la ciudad, un pequeño obelisco que supone la división de Europa con Asia, Kazán es una mezcla entre la Rusia europea con Asía y el mundo árabe.
Para muchos la imágenes de Rusia que se vienen quizás sean el de la gente festejando por la caída del Bloque Soviético, los desfiles militares del Día de la Victoria, el Kremlin, los vehículos Lada, Rocky IV y las películas de acción de Hollywood. Pero contrario a eso lo que encontré fueron días con calor, la ciudad adornada de flores, el majestuoso río Volga, y sobre todo gente buena, amable, gentil y bastante hospitalaria.
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