Hace días me preguntaba qué hay más allá de la conexión del proyecto de Bukele y los jóvenes si las propuestas tanto de él como de su partido (que no hay mucha diferencia) tienden a ser conservadoras en el ámbito social (matrimonio homosexual, aborto, eutanasia, etc.), y en el económico todavía sigue siendo una duda pues hasta el día de hoy no hay plan económico de reapertura, y no sé si tomar como referencia el Plan Cuscatlán como referencia pues los proyectos no iban respaldados con asesoría técnica e iban acorde a la efervescencia político-electoral del momento.
Los jóvenes está en su naturaleza la rebeldía "ir en contra de lo establecido" al descubrir el desencanto que la vida no era solamente juegos, así como oponerse a sus padres y la dificultad que hay en ellos para comprender a sus padres. En la adolescencia se pierde la confusión identitaria de la pubertad para dar paso a la reafirmación de la identidad grupal, esto lo afirma Jean Piaget en su teoría de etapas progresivas de desarrollo y aprendizaje. En este proceso se afianza la etapa mesiánica, es decir, un impulso "juvenil" por romper los pensamientos o ideas políticas tradicionales y dar paso a un movimiento o idea que cambie el curso político, y el anhelo de construir el mundo acorde a sus ideales, muy a menudo, liberales o causas sociales tradicionalmente asociadas a la izquierda, y en el caso salvadoreño a un estilo de gobierno populista y asociado a la imagen del presidente Bukele.
Pero hay una verdad, tanto ARENA como el FMLN son los padres políticos de Nuevas Ideas, y de Bukele, sin el desgaste político de ambos, el encubrimiento de casos de corrupción, el arraigo de las cúpulas a evitar cambios generacionales y creación de nuevos cuadros tiene como consecuencia el gobierno que tenemos. La herencia de la corrupción se ha mantenido, me atrevo a decir que el actual proyecto de gobierno reúne los rasgos negativos de sus padres, he incluso aumentados, (la fusión ARENA y FMLN). Lo cual, es preocupante.
Sería un supuesto hablar de una prolongación de la etapa mesiánica en Bukele o, la no superación de etapas como en la teoría del desarrollo de Freud, es difícil hacer una aseveración sin un peritaje psicológico o al menos los resultados de pruebas psicométricas, la observación no es suficiente, aunque es evidente rasgos eminentemente narcisistas que se ven reflejados en el estilo centralizado de gobierno y la hermética forma de manejar la información pública.
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