viernes, 13 de febrero de 2015

Ciclos

El pasado diciembre cumplí diez años de aquella  tarde de sábado en que llegué al taller de la Casa del Escritor en los Planes de Renderos, yo, todavía en el colegio, con pocas lecturas iniciaba a algo que no estaba muy seguro, pero como todo joven y como dice Roberto Bolaño "un joven inerme, frágil, que apuesta lo poco que tiene a algo que no sabe bien qué es. En la mayoría de veces pierde", no sé si he perdido o ganado pero acá estoy más de diez años después.
Recuerdo a Rafa diciendo que el mejor homenaje que recibiría es la "la transmisión del conocimiento", en ése entonces veía las cosas de manera muy lejana algo que quizás pasaría dentro de mucho tiempo cuando tenga el pelo canoso. Pero uno se encuentra con circunstancias  en la vida en las que hay que tomar decisiones, ahora me encuentro a las puertas de un proyecto del Taller Literario, personal sí, pero con el apoyo de la dirección del Desarrollo Cultural de la Universidad Francisco Gavidia quienes me han dado el espacio  y la logística. El viernes pasado como preámbulo al Taller tuvimos un recital con Mario Zetino y Vladimir Amaya, ante un público diverso en su mayoría estudiantes, creo que fue una buena manera de comenzar con la nueva aventura. 

Es un gran desafío, la UFG no ha tenido un taller literario desde TALEGA (Taller Letras Gavidia) que surgió hace más de veinte años, en 1993 para ser exactos y continuó hasta finales de los noventas y principios del dos mil. Las condiciones son muy diferentes a las de nuestros antecesores, de ése taller salieron las letras de Eleázar Rivera, Danilo Villalta, Alfonso Fajardo, Pedro Valle, extrañamente en su mayoría hombres, no es que esté mal nada más me parece un dato curioso. Lo veo como un antecedente cada proyecto debe de caminar con sus propios pasos y no ir a la sombra, sin desmerecer a los antecesores.

Hay otra cosa que también me entusiasma, todo esto coincide con publicaciones y otras actividades de gente de la Casa, mis compañeros, Denise acaba de publicar su novela Ana sonríe, Mario sigue con su taller,  Ana Escoto junto estará antologada en , Krisma también será publicada por la editorial de la Universidad Matías Delgado, sin duda los demás estarán en lo suyo. Todo eso me alegra y habla de la vigencia del proyecto de La Casa, y como decía por ahí "donde va uno, van todos".