lunes, 24 de octubre de 2016

Un poema de don Ricardo Lindo

Del libro Bello amigo, atardece...

Viento

Viene el viento y va el viento.
Es como si hace tiempos, 
hundido bajo el légamo,
yo hubiera conocido este momento
y hubiera ya sabido que estaba solo
pero participaba del don de una estrella.
Y escrito estaba en el alma con sangre
el poema del día venidero.


Que descanse en paz.

sábado, 22 de octubre de 2016

29

Hoy cumplo 29 años. Y me la he pasado leyendo El Túnel de Sabato, una lectura que me debería de tomar un par de días pero me ha tomado varias semanas, esto es porque estoy en preparación para el Campeonato Mundial de Sambo que será en noviembre próximo. Cuando llego a casa apenas tengo energías para leer, o hacer otras cosas, o los brazos me pesan tanto que me cuesta quitarme la camisa. Y ni hablar de la dieta, es el primer cumpleaños que paso con dieta, que no lo es tan mal la verdad; sólo se trata de privarse de esas cosas que uno tanto ama  y disfruta, pero uno puede encontrarle el lado bueno y sabor a las verduras cocidas. 

El Taller sigue, los integrantes van avanzando poco a poco. En diciembre tendremos un nuevo recital ésta vez en los Tacos de Paco. Pronto lo anunciaré por acá. Así están las cosas, de eso se trata la vida de trabajar, hacer lo que a uno le gusta y exigirse hasta el máximo.

Es difícil no recordarse de la infancia durante los cumpleaños, y canciones de Ray Conniff, Inti Illimani, Billy Vaugh, Mercedes Sosa, Nat King Cole que me hacen recordar esos sábados y domingos cuando mis papás ponían los casettes en una radio vieja. Y uno de estos días venía tarareando ésta: 


sábado, 15 de octubre de 2016

Un poema de Bécquer

XXIV

Volverán las oscuras golondrinas 
de tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a tus cristales,
jugando, llamarán.

Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas .... ¡no volverán !

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquéllas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán !

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.


Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante el altar,
como yo te he querido...,desengáñate,
nadie así te amará.

Gustavo Adolfo Bécquer. Sí leo a Becquer no muy seguido, pero encontré éste poema hace unos días y me gustó mucho. Ayer Mario Zetino llegó a dar un taller de métrica al taller literario (que ya tiene nombre) se llama Altazor. Lástima que sólo llegó Tito y Gustavo, pero sin duda lo aprovecharon muy bien.