Con mi regreso a las bibliotecas he renovado el gusto por los libros de segunda mano, o los libros de biblioteca (no recuerdo si anteriormente he escrito de eso). Uno siempre puede encontrar sorpresas, en mi caso he encontrado desde un ticket para los concurridos eventos de Motocross de los ochentas, entradas para la feria consuma del noventa, y varias notas.
He tenido la suerte de encontrar Retrato de una Dama y otros Poemas de T.S. Eliot en la biblioteca de la universidad, versión que por cierto tiene una mala traducción al español, y pues, me encontré con ésta nota de algún lector. No sé si el lector era consiente de lo que tenía en las manos, cómo puede un cristiano conservador (asumo) llegar a un libro de T.S. Eliot, no lo sé.
Cabe decir que aunque Eliot tenga influencia de los poetas malditos como Verlaine, Mallarmé, Rimbaud, etc.y sea muy estrecho con Baudalaire y la Letanías a Satán, no considero que la intención de señalar a Eliot como satánico sea válida y más si el autor fue precisamente católico, no sé qué tan practicante.
Estas cosas son unos de los placeres que los libros electrónicos no nos pueden dar, no sólo el olor del papel, a biblioteca, o las historias de los libros de segunda mano, también extraño los sellos y firmar la ficha de entrega que ahora los sistemas electrónicos de las bibliotecas nos han quitado, por otro lado la búsqueda es más rápida pero la nostalgia del registro físico y encontrarse con éste tipo de cosas hace la manera Old School más divertida.
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