Después de ya varios días tengo algo de tiempo y energías para escribir sobre el pasado viaje a Bulgaria que fue del 8 al 15 de éste mes, debido a mi participación en el Campeonato Mundial de Sambo, participé en la categoría de 52 kg.
Irónicamente me tocó ir a Sofía, la capital de Bulgaria, una ciudad intrigante y la más antigua de Europa. Para llegar ahí tuve que hacer un par de escalas una en la Ciudad de México y la otra en Frankfurt.
Siempre había querido volar con Lufthansa (otra aerolínea es Turkish Airlines) desde que trabajaba con Expedia (página de viajes gringa). Y volé en un Boeing 474, que es una gran animal de dos pisos, los asientos son un poco incómodos pero qué más se puede pedir con la selección de música que tienen, el pan con mantequilla, la comida que parece de juguete, tantas películas y series para matar el las diez o once horas de vuelto transatlántico.
La primera impresión de Sofía fue una ciudad bastante oscura con luces bastante tenues, como las que tenía San Salvador antes que las cambiaran a LED. Era la transición de otoño a Invierno, y al salir del aeropuerto nos recibió una ligera lluvia y un frío que hizo a todos los latinoamericanos quejarse inmediatamente y correr al autobús que nos recogía.
Ese era el titular de la Jornada, parte del avión estaba pendiente de las elecciones de Estados Unidos, en el aeropuerto de México ese era el tema de conversación de muchos.
Esa era la vista desde mi habitación en el quinto piso del hotel Ramada Inn. Un hotel de dueños turcos y por eso la mayoría de canales estaban en turco, apenas uno en inglés, rusos, alemanes, y tantos otros, las noches de jetlag eran interminables.
Pizza barata y gigantesca.
La silla del Tsar.
Don Stalin. Visité un museo del Arte Totalitario o Museo del Socialismo, quienes lo atienden parece que son gente que ha tratado de preservar la memoria del pasado socialista búlgaro.
El museo posee un patio donde fueron a para las estatuas y monumentos de la época socialista. Éste en particular me llamó la atención.
Lastimosamente no pude capturar la nieve en la cima de las montañas Vitosha, un paisaje que impresiona. Luego subiré algunas fotos de Plovdiv, una ciudad al centro de Bulgaria y otras. Lastimosamente no tengo fotos del día de mi competencia, porque en la prisa dejé la cámara en la habitación y perdí ese día, de todos modos me la pasé todo el día en la Arena Armeec. Ya había que actualizar el blog, una costumbre que no debe de quitarse.
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