martes, 18 de diciembre de 2018

Los Hijos de Zinc

El libro está compuesto por los  testimonios de sobrevivientes, madres y esposas de combatientes en los frentes de guerra del Ejército Soviético durante el conflicto Afgano-Soviético desde la intervención en 1979 hasta la retirada de tropas en 1989. Cada relato ofrece una perspectiva distinta pero algunos con puntos en común como la ingenuidad antes de ingresar al Ejército, la idealización de la guerra como "acto heroico" por la defensa de los ideales soviéticos y a su vez ser parte del deber "internacionalista" en defensa de un aliado estratégico para la Unión Soviética. 

La crisis surge en el momento del desencanto, común en la mayoría de relatos, al desmoronarse los ideales dan paso a la supervivencia misma ante la guerra y los vejámenes de sus mismos compañeros, al verse solos y peleando una guerra que les es ajena, pero mucho más frustrarte es el rechazo de la propia sociedad soviética e incluso seres queridos al darse cuenta con la llegada de la Gorbachov y la Glásnot de los abusos y violaciones que su propio ejército realizó en territorio afgano. Los veteranos de guerra era incluso tachados de "fascistas", y eran rechazados hasta por sus propias parejas.

¡A la mierda esta vida! ¡Esa guerra! Mi mujer me dijo: ¡Eres un fascista! y se llevó a nuestra hija. (...) No entiendo nada sobre el amor , a mí la mujer es más incomprensible que la guerra. No hay nada más terrible que el amor...
Soldado, tanquista

Pienso en la soledad más profunda, el abandono de todo,  de sus familias, sus amigos, sus relaciones,   regresar de la guerra con múltiples traumas emocionales y  físicos, luego ver desmoronarse la razón de su defensa, de su Patria, algo imaginario como lo menciona uno de los sobrevivientes que sentían "algo grande estaba detrás de ellos protegiéndolos aunque al final recibieran bajas en los combates" en clara referencia al peso histórico y el "soporte emocional" de ser parte del Ejército de la URSS, es decir el soporte emocional que se siente parte de un Estado paternalista.


El libro tiene un gran problema que es el mismo que tienen los libros de relatos fuertes y con una gran carga emocional, y surge cuando apenas hay respiro, es decir modulación,  es por esto que muchas de las magníficas frases e historias se pierden, hay un  punto donde el lector después de leer cada  intenta sentir empatía  por un historia desgarradora, y podría llegar a insensibilizar al lector, o al menos eso me sucedió a mí.

No logro quitarme de encima la sensación de que la guerra es fruto de la naturaleza masculina, de la que en muchos aspectos me siento muy alejada. Aunque es cierto que la cotidianidad de la guerra es grandiosa. Apollinaire veía belleza en ella.
De las libretas de notas (en la guerra), Alexievich. 

Analizar las causas de la decisión de Breznev, su estado mental y contexto geopolítico sería extenso, pero en este caso Alexiévich generaliza la guerra como un  rasgo perteneciente a lo masculino. Si bien es cierto hay diferencias en las manifestaciones de agresión entre los hombres y mujeres (hombres tienen a ser más agresivos físicamente, mientras la agresión femenina generalmente verbal o psicológica),  pero la guerra parece algo más bien parte de la naturaleza humana, aseverar eso sería invisibilizar la participación de las mujeres en conflictos armados a lo largo de la historia. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Otras fotos

El centro del universo, un punto en medio del bosque donde se reúnen grupos New Age.
No es el Centro, es cerca del Parque MacArthur.


El bosque, San Gerónimo,


Ca.

31

Ayer fue mi cumpleaños número 31, y como es costumbre escribo en este cuaderno en ese día o los días cercanos. A medida que la adultez emergente deja de ser emergente,  el pensamiento posformal y el reflexivo deberían de primar en la toma de decisiones, esto nos dice Jean Piaget, sin embargo, las teorías retrospectivas como las psicoanalíticas nos enseñan cómo la infancia temprana nos sigue marcando más o tanto como la adolescencia, uno se repara en el camino, pero hay puntos que uno logra entender si mira hasta atrás. 

Que es un poco nueva, cuando estaba en el colegio no se mencionaba, me refiero a la resiliencia (incluso me aparece el corrector de blogger), que es la capacidad de superar experiencias traumáticas y difíciles, también la capacidad de adaptación a situaciones adversas; escuchaba esta palabra y la relacionaba con los libros baratos de autoayuda que te dicen qué hacer y fórmulas mágicas para alcanzar el éxito. Pero estudiando un poco esta actitud, uno entiende la necesidad de la fortaleza del espíritu y mental, pero esto solo viene desde la tormenta y la crisis misma,  en fin self awareness

Kill your ego. El ego es un cáncer, silencioso, y ensombrece hasta la vida de quienes te rodean, te ciega y empobrece las relaciones interpersonales, y todo es una bomba de jabón como diría Escobar Velado en su poema Vida, pasión y muerte del Antihombre. 

Hasta aquí con los pensamientos motivacionales de octubre en razón de mi aniversario en este paso por La Tierra, en esta dimensión, efímera, y eso la debe de hacer interesante. 


Dejo esta fotografía de mis inicios en la vida, de 1989.


lunes, 23 de julio de 2018

Fragmento de Visión en Primavera

"Pero eres joven, Pierrot;
no sabes que somos almas prisioneras entre una noche y otra noche
que ahí, solos, somos peregrinos sin voz;
como tú, una vez fuimos tan arrogantes de juventud,
ahora, estamos dispersos, nuestros sueños se han marchitado."

Visión en Primavera, William Faulkner.


lunes, 14 de mayo de 2018

Poema de Vicente Huidobro

A propósito del Día Nacional de la Poesía que es mañana.


Días y noches


Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas
Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado
Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro lo haces rey coronado
por tu mano

Vicente Huidobro

miércoles, 9 de mayo de 2018

Regresos

Hay ciclos que se cierran de manera abrupta si es que se cierran, muchas veces de las maneras que uno no desearía. Luego hay caminos que desea recorrer nuevamente, la nostalgia es cruel como un goteo incesante que no para, uno debe de entender que los viajes son como la vida, no se repiten. Al menos queda esa sensación, esa magia que tuvieron esos lugares en esos momentos simples pero quizás significativos, los recuerdos. 

En enero pasado y febrero exigí mis vacaciones después de más de un año sin vacaciones, (si es que el viaje a Bulgaria de noviembre del 2016 cuenta), costó un poco  pero el boleto lo compré en Octubre del 2017, son esas decisiones que uno debe de tomar rápido, aunque me costaron también algunos disgustos por ahí. Tuve que decidir entre el viaje y mi actual empleo, por supuesto escogí lo primero y con fortuna pude conservar (hasta la fecha) lo segundo. Así que fui por segunda vez a Estados Unidos, mejor dicho California que son cosas distintas.

La última vez que había estado en California estaba Bush como presidente de los Estados Unidos, pasé las fiestas de fin de año del 2006, que ya suena un buen tiempo. Ese viaje significó mucho para mí, por ser mi primer viaje en avión y en clase ejecutiva, hasta  el choque que representa sumergirse en ese San Francisco, o más bien el área de la Bahía y Oregon. Recuerdo la última noche, prometí regresar,  conocí gente que más de alguna me ha de recordar a pesar de perder contacto. No hubiera pensado que iba a tardar tanto en regresar, pero son cosas que uno tiene que hacer cuando puede, pero sin duda pensar en ese San Francisco lleno de niebla  y luces era algo que quedó impregnado, una ciudad que me gustó mucho.

Escribiré (espero) otro post acerca del viaje, y de otras cosas que estoy haciendo, este es otro regreso a escribir por acá. Dejo abajo algunas fotos del viaje de Enero y Febrero de este año. 

Escala en la CDMX como le dicen ahora. 

 Pacífica Pier
En San Rafael encontré un curioso pequeño museo que se llama Museum of International Propaganda, no comprendí muy bien el concepto pero tienen cosas impresionantes. Una verdadera sorpresa es encontrarse todo esto. En la foto de arriba, es el cuadro "Stalin es como el amanecer".



 Tu trinchera... Un póster propagandístico en plena revolución cubana e inicios del bloque económico.
Pues un viaje a Los Ángeles no está completo si uno no visita Hogwarts, no soy muy fan de Harry Potter pero había que pasar por Universal Studios.

Por alguna razón busqué el parque Mac Arthur, y sí, tiene patitos todavía y de varias especies. 


Pues encontré a Santiago, gran amigo y personaje, tuvimos una grata charla y una buena comida en Little Tokio en Los Ángeles, en un restaurante que tenía kebabs y falafel. Gracias a él pude conocer la Biblioteca Pública de LA, el MOCA y otros lugares del centro de la ciudad.