El pasado 21 de mayo participé en un webinar sobre el trabajo que realicé como coordinador del Taller Literario Altazor desde su fundación en febrero de 2015, eso me llevó a escribir una breve reseña con mis valoraciones de los logros alcanzados así como de las actividades que realizamos con otros escritores con la finalidad de crear un espacio de diálogo e intercambio de ideas entre los talleristas y los escritores. Sin duda, fueron años de mucho entusiasmo y dedicación a pesar de no contar con ninguna remuneración de parte de la universidad. Los resultados han sido modestos pero creo que muy significativos para los integrantes como en lo personal.
Los inicios
Luego de la desaparición de espacios culturares en la segunda década del presente siglo, las iniciativas individuales de formación literaria han tenido mucha relevancia para el desarrollo de nuevos talentos en poesía y narrativa, ante este contexto surge el Taller Literario Altazor, una iniciativa personal con el apoyo de Mario Pleitez (coordinador de la unidad de Extensión Cultural de la Universidad Francisco Gavidia).
El taller literario se inauguró con un recital que contó con la participación de Mario Zetino, Vladimir Amaya y Herberth Cea como antesala a la primera sesión del taller que fue siguiente viernes, con la dinámica talleres enfocados en la crítica literaria y ejercicios técnicos para desarrollar habilidades y reconocer estructuras que ayuden a establecer juicios de valores que se pongan en práctica en la obra misma.
El nombre del taller “Altazor” surge del poema Altazor: Viaje en paracaídas del poeta chileno Vicente Huidobro, un poema que fue discutido por los miembros del taller tanto como referente principal y la afinidad hacia el poemario y la obra de V. Huidobro. Sin lugar a dudas un poema que también ejemplifica la disciplina y tenacidad que debe de tener un poeta para la depuración de su técnica poética.
Los integrantes
La diversidad de objetivos personales hizo que por el taller pasaran muchas personas con diversas motivaciones recibir consejos de técnicas literarias, sugerencias de lecturas o corregir sus textos. Entre los integrantes más asiduos y destacados están:
-Tito Menjívar.
Licenciado en Mercadotecnia y Publicidad por la Universidad Francisco Gavidia. El nacimiento de los sentidos 2018 (poesía inédita). Obtuvo el segundo lugar en el certamen de cuento infantil de la extensión cultural de la UFG en 2015 y el primer lugar en el certamen de poesía de la misma institución en 2017.
-Óscar Fuentes
Actualmente estudiante de la Licenciatura en Lenguaje y Literatura en la Universidad Pedagógica de El Salvador. Ha publicado en revistas literaria y ha sido invitado a los miércoles de poesía de los Tacos de Paco y recital Los Heraldos Negros.
-Ana María Rivas.
Estudiante Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de El Salvador. Sus poemas han sido publicados en «Torre de Babel Volumen XV, Antología de la poesía joven de antaño», «Las muchachas de la última fila», antología de poetas salvadoreñas, y en la revista “Cultura N°121», de la DPI.
-Stephanie Rodríguez.
Licenciada en Turismo. Ganadora de mención honorífica en el certamen universitario de poesía.
-Gustavo Rodas.
Estudiante de Ingeniería en Sistemas.
-Richi Leonor
Estudiante de la Universidad Francisco Gavidia.
La convivencia con otros escritores y académicos con distintas posturas literarias fue algo enriquecedor para los talleristas, el diálogo constante y la exposición a diversas formas de ver la literatura ha tenido un impacto en las concepciones y conflictos que el escritor formula como condicionantes de la obra y propuesta. En el taller tuvimos el privilegio de contar con visitas de escritores internacionales como Leonardo Nin, así como figuras importantes de la escena literaria salvadoreña contemporánea, estas reuniones también se trasladaban a fuera de la universidad con otros escritores. De esta manera el taller ha sido también un espacio de discusión y encuentro que contribuya al diálogo intergeneracional.
A continuación, se hace mención a las actividades realizadas por el Taller Literario Altazor:
-Primer recital del Taller Altazor en Café literario La T. Participantes: Tito Menjívar, Gustavo Rodas, Herberth Cea.
-Ponencia: La posguerra es un fuego oscuro por parte de Elena Salamanca, ensayo sobre arte de posguerra y acontecimientos sociales previo a la firma de los Acuerdos de Paz, junio, 2018.
-Recitales dentro de la Semana Cultural de la UFG; septiembre, 2016, octubre 2017.
Visitas y cafés literarios:
-Leonardo Nin
Es poeta, cuentista, novelista, ensayista y lingüista dominicano egresado de la universidad de Harvard. Es uno de los principales representantes de la literatura dominicana de la Diáspora.
-Nancy Gutiérrez
Educadora y narradora salvadoreña.
-Luz Cáceres
Catedrática de Español y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Glasgow, Escocia.
-Salvador Canjura
Narrador salvadoreño.
-Róger Guzman.
Destacado poeta.
-Mario Zetino.
Poeta y Licenciado en Letras. Quien impartió una sesión sobre métrica y alguien quien estuvo muy cercano al desarrollo del taller.
-Jorge Canales
Docente de la Universidad de El Salvador.
Metodología y experiencia
Las herramientas técnicas literarias también se aplican para crear esquemas de resolución de conflictos, así como un medio catártico de las emociones y experiencias de vida, de esta manera la importancia de los espacios de formación literaria que no solo contribuye al desarrollo de talentos sino también como medio de transformación personal y autoconocimiento a través de la introspección. Los objetivos pueden ser tanto colectivos como personales, y en este caso el tiempo ha dado resultados por la evolución cualitativa en la calidad y depuración de los textos literarios. Desde luego, el aprendizaje debe de ser constante pero el taller ha proporcionado las herramientas necesarias para que los talleristas generen un estilo propio, y esquemas para su desarrollo fuera del taller.
La experiencia como persona a cargo del taller fue enriquecedora en lo personal, a pesar de las adversidades, deserciones y cambios y las diferencias con el coordinador de Extensión Cultural. Cometí errores, debo reconocerlo, tuve aciertos y desaciertos, pero la satisfacción personal al ver cómo las personas mejoran y desarrollan sus habilidades es indescriptible, y ha sido al final mi manera de retribuir lo que aprendí hace años cuando formé parte de taller literario de la Casa del Escritor cuando Rafael Menjívar Ochoa estuvo a cargo de ese proyecto.
La experiencia como persona a cargo del taller fue enriquecedora en lo personal, a pesar de las adversidades, deserciones y cambios y las diferencias con el coordinador de Extensión Cultural. Cometí errores, debo reconocerlo, tuve aciertos y desaciertos, pero la satisfacción personal al ver cómo las personas mejoran y desarrollan sus habilidades es indescriptible, y ha sido al final mi manera de retribuir lo que aprendí hace años cuando formé parte de taller literario de la Casa del Escritor cuando Rafael Menjívar Ochoa estuvo a cargo de ese proyecto.
0 Comentarios:
Publicar un comentario