miércoles, 9 de noviembre de 2022

Otoño

Comienza noviembre y algunos árboles ya terminaron de botar todas sus hojas. Hace unos días la hora cambió a la hora de invierno, se supone que para ahorrar energía pero sé poco si eso. Lo bueno es que ahora son 6 horas de diferencia con El Salvador, cuando son las 12:00 pm acá son las seis, más fácil para saber la hora  por allá y así será hasta marzo que cambie de vuelta a una diferencia de siete horas.

En Escocia y en específico Glasgow, el invierno se caracteriza no tanto por la nieve que cae poca sino por la niebla, y crea paisajes tanto espectaculares como sacados de una película de terror. Los charcos se congelan, y las estaciones de trenes son un caos por las cancelaciones o por las huelgas. La hojarasca acumulada se vuelve peligrosa en estos días más con las lluvias hace que se peguen al pavimento y crea una consistencia lisa, es por eso que botas de lluvia son indispensables en esta ciudad. 



viernes, 28 de octubre de 2022

35

Como es costumbre por estas fechas escribo un post relacionado a mi cumpleaños. Este año ha sido más particular por diversas razones, una de ellas es que es el primero en paso fuera de El Salvador, desde abril de este año vivo en Glasgow con mi pareja. El domingo pasado Luz hizo un rico desayuno de sopa de frijoles con panceta  y black pudding, y partimos un pastel de abejita para los dos ya que ella cumplía años el día 17 del mismo mes.
Reinicio mi vida en un país lejano, del que estoy aprendiendo mucho y que ha sido solidario en estos meses. Sigo aprendiendo del otoño, disfrutando las bebidas calientes, esperando el invierno y los días cortos, aprendiendo procesos de este país, cómo funciona y todo eso. En fin, hasta aquí el reporte, luego hablaré del invierno cuando venga y de otras cosas.


sábado, 24 de septiembre de 2022

Recopilación de respuestas después de decir que vengo de El Salvador

A veces me sorprende mucho el poco conocimiento de geografía, también sorprende la gente que al menos lo localiza en el mapa y reconoce la diferencia entre Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica. No los culpo, desde acá y en los mapas el país es pequeño y no vienen buenas noticias desde ese lado del mundo por estos países. Sin embargo, lo que he notado en la enseñanza de geografía no se toma en cuenta a América Central al menos en esta zona del mundo, no obstante sigue siendo Monseñor Romero el salvadoreño más universal, sobre todo en jóvenes que han estudiado alguna carrera de humanidades y en señores de la tercera edad que recuerdan alguna noticia de la guerra civil o la película Romero estelarizada por Raúl Julia.

Ante la variedad de respuestas pensé que era buena idea recopilarlas y a continuación les dejo las que he podido recordar hasta el momento:

 -¡Brasil! 

Respuesta de un joven que buscaba una donación para una causa noble, él se mostraba muy entusiasta como si hubiera recordado algún viaje por Brasil o querer empatizar conmigo y hacer que me quedara más tiempo para poder inscribirme en la donación. Siento mucha pena por esa gente que anda en la calle buscando donaciones para causas benéficas y no les dan atención.


-El golpe no es nada, porque vienes de Ecuador. Esa gente es muy fuerte.

Anteriormente le había dicho que mi país de origen es El Salvador al miembro del staff del gimnasio que me atendió por un hematoma en la sien que tuve luego de un golpe accidental en el entreno de judo


-Eso está cerca de Panamá. ¿No? Nosotros (Escocia) tratamos de tener un imperio en Panamá, como todo no fue nada bien.

En efecto, en 1696 se fundó una colonia escocesa en el Darién dando como resultado el regreso de casi toda su población y el fallecimiento de una buena parte debido a las enfermedades tropicales del "Nuevo Mundo".

-Eso está cerca de México, ¿verdad? 

Lo busca en Google para ver la ubicación, la siguiente búsqueda fue "comida de El Salvador" y la imagen no correspondía a la de las pupusas, en seguida le mostré cómo se miran las pupusas en realidad.


-¿Es ahí el país ecológico que tiene mucha selva y que no tiene ejército? -Ese es Costa Rica.- Respondo explicando que Costa Rica ha tenido un mayor índice de desarrollo humano que nosotros, sus vecinos.

-¿Conoces a Yesenia o a Roberto?

Un par de personas me han preguntado si conozco a Yesenia, ha de ser una salvadoreña conocida por estos lugares que ya debe de tener años viviendo por esta zona. Es cierto que la comunidad salvadoreña es pequeña, pero es bien dispersa en este país.


Por el momento no me he aburrido de explicar dónde queda El Salvador al menos por el momento, no deja de ser un poco cansino, pero es lo que toca, no sé si llegue el punto de dar una repuesta cortante y evitar las preguntas y respuestas de cajón. Seguiré recopilando respuestas pero estas son las más notables por el momento, sé que seguiré acumulando de respuestas hasta que El Salvador tenga más referencias positivas o no sé hasta cuándo.

lunes, 9 de mayo de 2022

Historias de pasajeros

En los viajes no soy del tipo de viajero que busca plática en un avión o en el aeropuerto, trato de no molestar a nadie y prefiero los asientos del pasillo en los viajes largos. En esta ocasión, en el primer vuelo hacia Houston me tocó  estar sentado a la par de un chef que vive en Las Vegas que me enseñó algunos de sus platillos favoritos, hablábamos de los maricos salvadoreños y mexicanos, hasta me compartió algunos tips de cocina y seguridad ocupacional, al menos se hizo más rápido vuelo y la ansiedad por llegar, pasar por migración y los controles de seguridad. En ese mismo vuelo conocí a Guadalupe, quien coincidimos en el mismo vuelo hacia Alemania pero en distinta clase de servicio pero nos acompañamos a lo largo de la ruta. Guadalupe es una señora muy amable quien iba hacia Alemania a visitar a su hija quien está pronta a la dar a luz a su primer nieto, posteriormente nos costó encontrar la Terminal A en la señalización engañosa del enorme Aeropuerto de Frankfurt. En ese vuelo, tuve a la par a dos señores ya retirados, quienes eran consultores en tecnología Blockchain, algo que me sorprendió por la edad de ellos, la señora me comentó acerca de su vida entre Connecticut y Zúrich, sin duda una pareja muy enamorada y que no tiene de qué preocuparse a fin de mes. El vuelo IAH-FRA fue un vuelo pesado, y eso que tuve la fortuna de viajar en Premium Economy que sirvió unos ravioles exquisitos.

Y en el último vuelo estuvo John a la par mía,  un ex soldado del ejército de los Estados Unidos y originario de Islas Marianas, una isla muy pequeña en medio del Océano Pacífico. John me comentó que trabaja como dentro de la Agencia Federal de los Estados Unidos, me comentó que estuvo destacado en Irak y que los traumas que tuvo durante la guerra lo animaron a estudiar psicología, solamente que se especializa en Recursos Humanos.

Este ha sido el viaje que he tenido más interacciones con viajeros, y no deja de sorprenderme eso de compartir cosas personales con alguien que recién has conocido y solamente coincides unas horas. A veces hablar con el de al lado es necesario para sentir más llevadero el vuelo, más si es uno transatlántico donde cada minutos se siente eterno.

miércoles, 2 de febrero de 2022

La comunidad del pasaje

Crecí en un pasaje bastante empinado, en una colonia que alguna vez fue parte del sur de la ciudad, pero ahora casi es parte del centro, ya que está a 10 minutos (sin tráfico). Era un pasaje construido casi a finales de los años setentas, y con tantas historias tanto tristes, trágicas como de superación. Ahí creció una pandilla de chiquillos, la generación de mis hermanos quienes rondaban por la misma edad; a mí no me tocó tantos amigos de la misma edad como ellos, pero llegué a jugar fútbol con . Era gente que se hacía casi parte de una familia, ya todos nos conocíamos y se nos hacía tan natural ver a todos, sabíamos con quién contar y con quiénes no. Una comunidad de vecinos, también mi familia fue parte de la comunidad del sector de la Iglesia San Antonio de Padua pero ese es otro tema.

En una comunidad de vecinos uno es parte lo quiera o no, aunque no se relacione con nadie, pero el pasaje se llegó a conformar una comunidad de gente que se conocía y que en su mayoría tenía confianza entre ellas, en algunas amistades que han perdurado a lo largo de los años o la nostalgia de haber sido felices con tantas carencias, y en situaciones tan difíciles como la guerra, la posguerra y los terremotos.

Al regresar del colegio Don Chamba siempre estaba bajo la sombra de unos laureles de la India leyendo el periódico, y lo saludaba con un "¡Buenas!",  él siempre se contentaba porque lo saludaba, aunque no tenía mayor conversación que esa o la de fútbol, (un tema que unificaba más de lo que dividía, al menos en el pasaje). En algún momento no tenía dónde ver la Copa América y él me dió chance de verla ahí en su sala, un tanto con pena pero siempre fue bien amable y me trataba con respeto, incluso en algún día me llegó a regalar 15 colones aunque sea para una gaseosa o una hamburguesa del chalet de la entrada.

Guardo con mucho cariño los recuerdos de los vecinos, incluso quienes no eran buenos estoy seguro que también ellos recuerdan el ambiente de comunidad que tuvimos, los personajes, la gente trabajadora subiendo la cuesta del pasaje para ir a la parada de bus, los jóvenes ayudándole a alguna señora con los comprados, y la presencia de gente que era parte de esa comunidad que era solidaria entre sí, gente como Don Chamba que fue una persona que trató bien los jóvenes. Ayer me enteré que falleció de covid a los 93 años, desde que recordaba ya había estado pensionado. Que descanse en paz.

miércoles, 12 de enero de 2022

Procesos personales de escritura

 Cada vez escribir me cuesta más aunque siempre tenga un diario, pero escribir literatura es diferente. El diario lo llevo para estructurar el pensamiento, recordar cosas, evaluar el día y planificar el día siguiente o las semanas que vengan. Pero escribir poesía, narrativa (poco), y artículos de opinión (entradas en este blog) me cuestan mucho, a veces días, semanas o incluso años. 

En el momento de creación llego a un punto en el que tengo que pararme y caminar, salir al patio o ver el cielo, no sé si sea bueno porque se para el "momento creativo" pero lo encuentro necesario. Escribir evoca emociones, recuerdos, imágenes y mentalmente debo de sentirme inmerso en ambientes no siempre placenteros. Es poner esas imágenes en palabras, con cierto ritmo y coherencia, pero la mayor dificultad es en el momento de hacer una unidad y ese proceso de corrección. Volver, incluso años después a leer esos textos que por omisión o falta de disciplina los dejé así, algunos con poca o nada de corrección, y volver al contexto en el que fueron escritos es complicado. Esto sucede porque uno madura (o debería) cambia de estilo, tiene diferentes vivencias o nuevas lecturas que hacen cambiar ciertas formas.

¿Qué tanto de lo viejo se mantiene y lo nuevo debe quedarse? Creo que la respuesta es automática e inconsciente, si se es honesto consigo mismo y no se quiere apantallar a nadie o no detectar subidas dramáticas de ego, algo que corroe, despista, cuando escribir no es eso, no es aparecer periódicamente en los recitales de los amigos o que te publique en alguna revista. Y con eso me quedo con lo que aprendí (al menos en este tema) en La Casa del Escritor: "El texto se defiende por sí mismo. La publicación es de las etapas del proceso de escritura, y no la más importante", eso entre otros valores necesario que han forjado mis procesos literarios, los valores son necesarios tanto fuera de la literatura como el la vida, aunque ya no se hable de ellos. En fin, la necesidad de saber dónde está parado uno y cuál es el objetivo de todo esto.