lunes, 29 de julio de 2013

La vida en la Universiade Village

Para un salvadoreño las medidas de seguridad en la Villa de la Universiada parecerían normales, un detector de metales y máquinas con escáner, sin embargo para un estadounidense o europeo parecerían excesivas. Pero es comprensible, son miles de atletas de diversos países entre los 18 y los 27 años, además de cuerpo técnico y delegados, por esto la Villa tenía estrictas normas como la prohibición del ingreso de líquidos y comida a su interior, entre otras reglas de convivencia, los rusos se toman en serio la seguridad.
Pero último de día el dispositivo de seguridad se hizo mayor en la villa, hace unos días me enteré que fue porque llegó su presidente Dmitri Medvedev.  Llegaron fuerzas especiales, más la presencia de efectivos policiales y militares que fue mayor, sí, soldados con Uzi automáticas y Kalashnikovs en maletines, como en las películas. Por lo general la villa era un lugar muy acogedor y tranquilo, aunque no deja de ser extraño convivir con personas de todos lados, de diversas razas, escuchar tantos acentos e idiomas, y todo eso.
La multiculturalidad se manifestaba en la comida, el comedor es un enorme pabellón con diferentes tipos de comidas de varias regiones del mundo con excepción América y África, pero es casi la misma comida (obviamente plátanos fritos no se van a encontrar fácilmente en Rusia), además de un bar de ensaladas y un stand de Mc Donalds  (lo que hace años hubiera sido inaudito) todo gratuito y con la única regla de no salir y entrar con comida del pabellón, por eso se depositaban bolsos y maletines en la entrada, así como para entrar a la Villa.
Para que nadie se perdiera donde estaban los salvadoreños. Más un recuerdo de mi gimnasio querido, El Pumas.
De los ¿Treinta o cuarenta? edificios que alberga la villa, el nuestro no sólo se identificaba por el parque "Folklore" en frente si no por dos animales, un gato que siempre
estaba en la entrada esperando que alguien lo acaricie, y una paloma del tamaño de una gallina que nunca vi volar, no tan temerosa como las palomas salvadoreñas.





Las delegaciones grandes tenían tenían todo un edificio, ahí están los chinos a la par de los ucranianos.
Tan bonito.
Ah, el verano ruso, tan tranquilo.
El centro internacional y de prensa.
En la Universiada y supongo que en otras competiciones grandes, ya que no se pueden vender productos o tener remuneraciones por ser extranjeros, los trueques son algo común, y en otros países los deportistas tienen tantos incentivos, apoyos, patrocinios que pueden intercambiar sus implementos deportivos y ropa, algo que no fue nuestro caso, ya que no tenemos ni patrocinio, menos apoyo del INDES ni por ser un evento tan grande como la Universiada, un evento mundial. Después de intentar intercambiar con un brasileño y un japonés sin éxito, me acerqué donde los peruanos donde gentilmente me intercambiaron una camiseta de la selección de fútbol salvadoreña por una de la Federación Universitaria del deporte peruano, "al fin y al cabo todos somos países" me dijo el atleta peruano. Además de los trueques, el intercambio de pines es una de las cosas a tomar en cuenta en este tipo de eventos deportivos de gran magnitud, desde niños rusos hasta voluntarios buscan agrandar sus colecciones de pines.



Este es un video del comedor de la Villa, hecho por algún atleta ya que para accesar se tenía que pasar la identificación por una máquina que autoriza la entrada. Así como en el video de abajo la prensa no tenía acceso, el comedor era solo para atletas, delegados y cuerpo técnico.

Acá me doy cuenta que no todas las habitaciones son iguales, la nuestra no contaba con la mini-cocina, pero ellos estuvieron más tiempo que nosotros quizás por eso. En el video un atleta estadounidense nos enseña la villa y las habitaciones.

lunes, 22 de julio de 2013

Comidas de avión y cómo sobrevivir a un vuelo transatlántico

En viajes largos, y para viajeros primerizos las comidas son algo así como una sorpresa. Pero luego, uno empieza a descubrir que al final lo que depende de las comidas son los destinos y la duración del vuelo.
Aeroflot ofrece una cena y un desayuno, además de multiples ofrecimientos de bebidas como Té de Limón, café o agua, 
Esta es la cena del vuelo Cancún-Moscú (Sheremetyevo) de Aeroflot. Un tiramisú, pan francés, mantequilla, ensalada y lo que hay en la bandeja. Le pedí a la azafata "Sssshhhhhicken" (como ella pronunciaba) pero sabía a pescado. La señorita después se disculpó y me dijo que el desayuno (que es el de abajo) era especialmente para mí, realmente tenía lo mismo que los otros desayunos, pero acepté sus disculpas.
Este es el desayuno, realmente cuando el avión pasa por el Círculo Polar Ártico nunca cae la noche, así que puede ser cualquier comida. En esta vez Aeroflot provee de un tipo de carne bastante artificial pero comestible, una ensalada con jamón, pan dulce y pan francés, sin faltar la mantequilla.

Para un vuelo de más de doce horas mis recomendaciones son, tomar agua, no dormir un día antes, y llevarse un buen libro por si las películas que la aerolínea ofrece no son de su agrado. Mi recomendación es olvidarse de este mapa con información del vuelo, sólo hace que el tiempo pase aún más lento, se le vaya el sueño y el avioncito avanza muuy lentamente.
Para no dar falsas esperanzas también tiene varias pantallas.

En cambio para un vuelo local ruso SVO-KZN (Moscú-Kazán) de aproximadamente 1 hora 20 minutos esta es la lonchera, o refrigerio. El pan estaba algo duro, y por supuesto el vuelo tiene una ronda de té o café.

Para el regreso nuevamente con Aeroflot, nos ofrece un picado de pollo con salsa de... ¿tomate?, y algo que parece Cus cus pero que sabe en realidad como a salpicón, pero sin ser carne, un poco raro. Esta vez en lugar de ensalada tenemos queso y jamón, un pan integral más suave y su pan francés.
No tengo la imagen del pan con jamón y queso de Avianca o Lacsa de SJO-SAL SAL-CUN, el jamón tiene más sabor que el de aeroflot, pues hasta más casero, nada del otro mundo. Al menos esto fue parte de un itinerario SAL-CUN, CUN-SVO y SVO-KZN en código de aeropuertos, y viceversa.

viernes, 19 de julio de 2013

Lost and Found

Por un día mi cámara estuvo perdida, la dejé en uno de los Check Points de ingreso a la Universiade Village. Al reportarla en la recepción de mi edificio no tomó mucho tiempo de no tener noticias, el día siguiente ya estaba localizada la cámara en el área de Lost and Found del Área Internacional. Mientras no estuvo en mis manos, alguien del staff de voluntarios y trabajadores de la villa o de seguridad, tomaron algunas imágenes muy peculiares, no sé si tomó más, o si borraron algunas antes de entregármela pero me encontré con esto.


Me agradó encontrarme con estas imágenes, y gracias al personal de la Villa.

miércoles, 17 de julio de 2013

Kazán- Sheremétyevo

Espero el siguiente vuelvo que es SVO-CUN, en unos momentos la carga de nuestras computadoras y aparatos electrónicos se agotará, y aún quedan algunas horas para abordar el largo viaje, del que hablaré en otro post. Quisiera tener tiempo en los viajes para escribir, pero a veces los viajes hay mucha prisa y cansancio, y la cabeza no está en escribir.
El aeropuerto de SVO, parece vacío, pero con vida aunqeu hay pocos establecimientos abiertos, hay uno de lentes curiosamente abierto a las 3:20 de la mañana, no sé, son cosas de aeropuertos enormes como éste. Pasajeros durmiendo en las salas semi vacías, uno que otro pasajero que va tarde, los encargados de la limpieza y tiendas cerrando. Nada de Snowden, el aeropuerto es demasiado grande como para encontrarse al menos con periodistas ávidos de una nota o foto del dichoso habitante del SVO.
Pero una de las cosas que hay que tomar en cuenta al viajar son los toma corriente, hay que traer un adaptador y que la energía de acá viene de las centrales nucleares, es por eso que los enchufes de energía son distintos a los de América. Suena música pop-rock gringa, y en los televisores se repiten los mismos anuncios, todo en una tranquilidad de aeropuerto de madrugada.

viernes, 12 de julio de 2013

Por un comprobante y las aventuras burocráticas de siempre

Sucede que para la obtención de la visa mexicana entre tantos requisitos si uno es estudiante, es por lógica un comprobante de estudiante de la institución. Pero obtener un papel puede ser más complicado de lo que pensé, y pensaba que iba a costar, pero no tanto..
Primero, llegué un jueves para  preguntar qué necesito para el dichoso comprobante ya asumiendo que las cosas en Académica  de la Facultad nunca son inmediatas. 
 Un día antes ya me habían devuelvo los papeles en la embajada, la cónsul me dijo que solo necesitaba una copia del pasaporte y el comprobante de estudio, a partir de eso yo estaba optimista sólo son dos papeles, era mi día de suerte. 
La secretaria de la UES me dijo que para la obtención del comprobante de estudios necesito pagar hasta la quinta cuota y la hoja de inscripción, además que tengo hasta el viernes para hacerlo. Ya que no quería pagar 5 cuotas de una sola vez, intenté de nuevo con la embajada y con más cartas y papeles, al llegar me pedían más requisitos y por supuesto el comprobante de estudios. Con el trámite de las otras cartas y la misión oficial del Indes, llegó el lunes, así que al tener esta respuesta, regresé a la Académica, a esta vez sí ya pagadas las seis cuotas porque ya era julio y la hoja de inscripción, la secretaria me comunica que regrese hasta el viernes porque la persona que hace las cartas tiene incapacidad (La UES también) así que para el viernes por la tarde estará lista.. Bueno, ni modo a esperar hasta el viernes.

Ya un poco más relajado después de pasar por todo esto, y consiente de que todo se puede esperar de estas oficinas, llegué, viernes por la tarde tal como dijo la secretaria, pero esta vez fue otra distinta. En la ventanilla, la señora blanca y regordeta me dice que no me extendieron el comprobante ya que cuando me inscribí a la UES no presenté la copia del título de bachillerato, sí, un papel que debí de haber entregado hace años y hasta pensé que ya lo había hecho. Después de haber pagado cuotas y tanto tiempo en la U, la institución no me reconoce por no tener una copia del título, increíble.

Como mis ganas de obtener la visa son muy grandes, solo yo y mis compañeros sabemos lo que nos ha costado en preparación, tiempo y todo eso, regresé a la oficina con mi copia del título, muy temprano incluso antes que abrieran, muy decidido, hasta a tomarme el edificio o qué se yo, necesitaba el bendito papel lo más pronto posible. La secretaria, ésta vez fue la más famosa, porque responde petulantemente y , muy conocida entre los estudiantes por esas razones, me dijo "en estos momentos no hay luz, no se puede hacer". Al insistir que necesito la carta para el mismo día, me dice " qué quiere que haga si no hay luz, regrese por la tarde el ingeniero que las firma viene hasta la dos".
Finalmente, optamos por un plan "B". Y gracias a las gestiones con el vice-canciller Castaneda,  un día antes del vuelo pude obtener la visa mexicana, hasta amables salieron esta vez la cónsul. El martes fui a la embajada después que la cónsul me dijera que me hacen falta muchos papeles, le dije sobre la gestión con el canciller y después de esperar al fin me tomaron la foto de la visa. Y el dichoso comprobante pues que le quede a la Académica, de todos modos ya estoy en Rusia.